Consultoría. Marketing Positivo. Marketing Personal. Innovación. Lifestyle. Planeamiento Estratégico. Planes de Marketing. RSE. Cause Marketing.

Vértigo argentino: el ritmo en que vivimos


En el país donde cada gobierno viene a refundar la República, donde casi todos conocen al día la cotización del dólar (el oficial y el paralelo), donde cada década tiene su crisis y muchos empujan el calendario pa-ra llegar al próximo sueldo, la conocida metáfora de Zygmunt Bauman necesita una aclaración: el tiempo "líquido" en el que vivimos se parece más a un caudaloso río de montaña que a un lago inmóvil.


¿Qué impacto tiene esa aceleración en las dificultades de la sociedad argentina para pensar el largo plazo y concebir la política como estrategia para el futuro? ¿Qué efectos sociales tiene vivir perpetuamente en un presente escurridizo?


Los estados de ansiedad individuales tienen una base química que puede distorsionar nuestra percepción. "La sensación de estar en crisis permanente es absolutamente química. Frente a un peligro, el cerebro secreta cortisol y adrenalina. Cuando estamos estresados por la situación económica, política, familiar, laboral, la máquina del cerebro fabrica estas sustancias, que quedan en sangre por unos días y se arma un círculo vicioso: cualquier cosa que sucede parece urgente y el cerebro vuelve a secretar adrenalina y cortisol. Es una invasión química en nuestra sangre que nos dice que va a explotar todo", describe Estanislao Bachrach, biólogo molecular. En ese estado cerebral, cualquier conflicto parece de vida o muerte. "El paro de Moyano o que el subte no funcione aparecen como leopardos hambrientos frente a nosotros. Se activa el área de amenazas primarias y lo importante pasa a ser urgente o grave, todo parece de vida o muerte", apunta Bachrach.

Es el contexto en el que la actividad laboral desborda hacia la vida personal y familiar, y llena fines de semana y madrugadas, en el que el ocio ya no se asocia con "no hacer nada", sino con actividades "recreativas" y en el que viajar ya no es descansar, sino vivir "experiencias". Y en el que los movimientos slow -que promueven la lentitud y la conciencia desde la comida y la respiración hasta la crianza de los hijos- aparecen más como señal del desequilibrio que como paliativo eficaz para enfrentarlo.

"Los políticos hacen poco favor viviendo pendientes de la próxima elección o dando la sensación de que acaban de llegar y están resolviendo la «herencia recibida» aunque lleven una década en el poder. La inestabilidad de las normas abona esta cuestión de vivir siempre en el presente. Si las normas cambian siempre, no hay futuro planificable".


El contexto económico cierra el círculo de la aceleración argentina. Si la inflación hace perder valor al peso cada día, y el recuerdo del corralito es uno de los más frescos de la historia reciente, el mejor destino para el dinero es gastarlo ahora mismo, y el ahorro -esa conducta tan vinculada con el largo plazo y la confianza- se vuelve poco atractivo.

A diferencia de otros países, cuando a un argentino se le pregunta por su estado de felicidad, piensa primero en su situación económica.

Mas info: 
http://www.lanacion.com.ar/1541514-vertigo-argentino-cuando-la-politica-acelera-el-reloj








No hay comentarios: