El dinero debe servir y no gobernar. Inequívoco, el enunciado bien puede representar el punto de partida, la base sobre la que se sostienen las afirmaciones y llamados de atención del Papa Francisco.
En "Evangelii Gaudium" ("La alegría del Evangelio"), su primera exhortación apostólica -un documento dirigido a los católicos, con carácter pastoral-, el primer papa nacido en nuestras tierras dice que la economía debería ser entendida como el arte de administrar de manera adecuada los bienes, sin exclusión de personas y procurando el cuidado del planeta. Exhorta a ocuparse de los pobres y a trabajar para que a cada ser humano le llegue no sólo lo materialmente necesario, sino también la posibilidad de avanzar y desarrollarse.
El rechazo a la "teoría del derrame", que confía en que el crecimiento por sí mismo provoca una mejora en la situación social, y la postura en favor de intervenciones del Estado para orientar la marcha de la economía hacia la inclusión de los pobres son quizá las afirmaciones más cercanas a una teoría económica. El Papa advierte sobre los efectos negativos de las políticas que no ponen a la persona en el centro de todo.
Pero no pocos interpretan que es un llamado urgente a humanizar el sistema y a abandonar la absolutización de sus principios, como el de la libertad de mercado, antes que a arrancarlo de raíz. Incluso eso leen quienes conocen el pensamiento de Francisco desde sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires.
- Exclusión:
- Propiedad - Empresa:
- Pobreza:
- Teoría del derrame:
- Desigualdad - Mercados:
- Crisis:
- Consumo:
¿Es posible una economía con sensibilidad por lo humano, como propone Francisco?
Más info:
http://www.lanacion.com.ar/1676454-papanomics-la-economia-segun-francisco
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